El presidente Luis Abinader y el gabinete de salud para la pandemia Covid-19, que dirige la Vicepresidenta Raquel Peña, deben ser precavidos al momento de decidir la inoculación de la vacuna AstraZeneca a la población.
El gobierno tiene contratada la compra de 10 millones de unidades de la vacuna fabricada por México y la Universidad de Oxford, del Reino Unido, pero han surgido serias dudas sobre la eficacia del fármaco, cuyos fabricantes se vieron precisados a suspender las pruebas en más de una ocasión debido a efectos secundarios desconocidos e imprevistos en las personas sometidas a las pruebas.
Se afirma que la eficiencia de AstraZeneca no supera el 66 por ciento en pacientes infectados por el Covid-19 en condiciones entre leve y moderada, pero en los pacientes graves la eficiencia no sobrepasa el 75 por ciento.
El evento negativo más reciente ocurrió el pasado domingo en Sudáfrica, cuando el gobierno anunció la suspensión del uso de la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca en su programa de vacunación, después de que los datos mostraran que el fármaco ofrece una protección mínima contra la infección considerada leve y moderada causada por la nueva variante del virus que predomina en el país, informó el Ministerio de Salud sudafricano, informa la agencia británica Reuters, citada por RT en español.
