El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de ser recluido esta tarde en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, de la base naval de Bethesda, en Maryland, Washington, tras presentar los primeros síntomas de contagiarse con el virus Covid-19, diagnosticado por los médicos de la Casa Blanca y hecho publico por el canal de televisión Bloomberg, propiedad del multimillonario Michael Bloomberg, rival político del mandatario.
La primera dama, Melania Trump, también infectada del coronavirus, permanece en la Casa Blancas sometida a tratamiento médico y cumpliendo el protocolo reservado a pacientes contagiados, informaron portavoces oficiales.
Antes de abordar el helicóptero que lo trasladó desde la mansión presidencial hasta el centro médico, Trump envió a través de su cuenta de Twitter un mensaje grabado, en el cual agradeció las expresiones de solidaridad recibidas de todo el mundo, informó que tanto él y su esposa se encuentran bien, pero que se dirigirá al hospital para seguir las indicaciones médicas. Confía en su pronta recuperación.
Trump, portando mascarilla negra, caminó con paso firme hacia el helicóptero aparcado en el lado Sur de la Casa Blanca, saludó a los periodistas, no respondió preguntas y abordó la nave.
Según medios televisivos estadounidenses, Trump presentaba fiebre, voz ronca y fatiga corporal, y que le suministraron medicamentos que incluyó un tratamiento experimental denominado Generon, que es un cocktail de anticuerpos para combatir la infección. Sin embargo, el mandatario continuará gobernando la nación desde la suite presidencial del Walter Reed, por tanto, desde la Casa Blanca se informó que no habrá transferencia de poderes hacia el Vicepresidente Mike Pence, quien salió negativo al examen del Covid al cual fue sometido junto a su esposa.
Al contagiarse con el virus Covid-19, Trump ha caído victima de una manifiesta imprudencia nunca antes vista en un gobernante estadounidense, que llegó al colmo de minimizar la propagación de la pandemia una vez conoció informes científicos en febrero, rechazó tajantemente el uso de la mascarilla y promovió reuniones masivas desafiando las recomendaciones médicas del distanciamiento social para prevenir la contaminación.
Con 74 años, obeso, 244 libras de peso, Trump es un paciente de alto riesgo frente al coronavirus. El hizo del rechazo a la mascarilla y al aislamiento social una divisa de su campaña electoral para su eventual reelección en la elección del proximo 3 de noviembre. Se burló en varias ocasiones del candidato presidencial demócrata Joe Biden, por este vestir continuamente una mascarilla. Durante el debate presidencial del pasado martes, ironizó señalando que Biden lleva siempre una mascarilla «aunque se encuentre a 100 metros de otra persona», a varios periodistas le criticó que le formularán preguntas con mascarillas puestas y fue tan enfático, que muchos seguidores de su fuerte base Republicana siguieron sus consejos y en los masivos actos públicos no portaban mascarillas ni respetaban el distanciamiento social.
Ya en cuarentena en el hospicio de Bethesda, el mandatario tendrá tiempo para reflexionar respecto a su cuasi fatal imprudencia de desconocer los efectos de un virus tan letal, que ha ocasionado mas de 200,000 muertos y 7 millones de contagiados solo en Estados Unidos. El propio Trump admitió en una entrevistas con el famoso periodistas Bob Woodward, quien reveló el caso Watergate que provocó la caída de Richard Nixon, en 1972, que sse enteró en febrero de la aparición del devastador virus y su propagación por China y Europa, pero que lo minimizó deliberadamente para no alarmar a la población y proteger al mercado bursátil.
¿Cómo influirá este juego del destino en la elección presidencial del 3 de noviembre?
La verdad: el resultado inmediato del contagio de Trump es que el votante estadounidense, especialmente los independientes, se han dado cuenta que el mal manejo de la crisis del coronavirus de parte del presidente Trump ha contribuido a aumentar las perdidas humanas, expandiendo y prolongando el virus en suelo norteamericano.
Se puede confiar en que la avanzada ciencia médica americana hará todo lo posible para salvar la vida del presidente Trump, pero el precio a su imprudencia personal y a la desacertada campaña desafiante del covid, convertirá al demócrata Biden en el próximo presidente de Estados Unidos.
