Por Melvin Matthews.
Pocos conocían la profunda devoción católica que guía espiritualmente las actuaciones de la familia presidencial Abinader-Arbaje, hasta que asumieron las riendas del Estado a partir del 16 de agosto retroproximo. Tanto el primer mandatario, Luis Abinader, como la primera dama Raquel Arbaje, han mostrado abiertamente su fe religiosa asistiendo con regularidad a eucaristías, durante las cuales siguen atentamente las palabras proclamadas, los cantos y la predicación sacerdotal. Como buenos cristianos, proceden a comulgar recibiendo con humildad el cuerpo y la sangre de Cristo, la etapa culminante de la misa.
Habría que remontarse al caudillo reformista Joaquín Balaguer (1966-1978;1986-1996), o retroceder hasta Fernando Antonio Arturo de Meriño y Ramírez (1880-1882, para encontrar otro gobernante que asista a misas frecuentemente, muestre sin ambages su devoción, pero que también comulgue y rece.
Balaguer habilitó y usó la capilla del Palacio Nacional, que construyó el tirano Rafael Trujillo, y en el periodo 1966-78 el anciano gobernante asistía a la eucaristía puntualmente cada domingo, convirtiendo esa actividad religiosa en un punto de encuentro para la solución de conflictos. Esa práctica se redujo casi completamente durante su segundo largo periodo de gobierno entre 1986 y 1996, debido a sus marcadas dolencias físicas.
Monseñor Meriño fue un eclesiástico y político, nacido en Yamasá en 1833 y fallecido en Santo Domingo en 1906, quien ejerció la presidencia de la República desde 1880-1882 y fue Arzobispo de Santo Domingo entre 1885 a 1906. Meriño fue el primer presidente constitucional dominicano que completó un mandato presidencial, pues todos sus predecesores renunciaron o cayeron derrocados.
Los predecesores inmediatos de Abinader no se distinguieron por su religiosidad. Danilo Medina y Leonel Fernández, formados por Juan Bosch, un líder marxista y ateo, mantuvieron vínculos políticos con la Iglesia Católica y las organizaciones cristianas. De igual manera se comportaron Hipolito Mejía, Salvador Jorge Blanco y don Antonio Guzmán, los tres mandatarios con la orientación política parecida a la de Abinader.
Debido a que todavía la Iglesia Catolica es la fe mayoritaria del pueblo dominicano, a pesar de la pugnacidad protestante, la vocación de la familia presidencial puede traer tranquilidad al clero, representado en la Conferencia del Episcopado Dominicano, especialmente cuando el tema de las tres causales para despenalizar el aborto se abre paso para su discusión en el Congreso.
El pasado jueves 24 de septiembre, día conmemorativo de Nuestra Señora de Las Mercedes, el presidente Abinader se trasladó hasta el Santo Cerro, en La Vega, donde rogó a Dios por la salud, la paz y la tranquilidad de la familia dominicana azotadas por la pandemia covid-19.
El presidente Luis Abinader y la primera dama Raquel Arbaje de Abinader asistieron a la misa conmemorativa del día de Nuestra Señora de Las Mercedes, madre espiritual y patrona del pueblo dominicano.
El jefe de Estado y su esposa llegaron a la catedral a las 8;50 de la mañana, y fueron recibidos por el obispo de La Vega, monseñor Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez; el obispo, monseñor Camilo González y el vicario del Santuario Nacional Nuestra Señora de Las Mercedes, el sacerdote Blas Castro.
Las primeras palabras del obispo Camilo González fueron para pedir a Dios y presentar ante los pies de la Virgen, el recién estrenado Gobierno del presidente Abinader para que no le falte el discernimiento, la sabiduría del espíritu y protección.
En sus palabras el religioso hizo referencia a algunos puntos referidos por el jefe de Estado el pasado 16 de agosto, cómo fue la importancia de la transparencia de las funciones que deben asumir los funcionarios públicos, interés que quedo demostrado con la promulgación de su primer decreto, donde designó la directora general de Ética Gubernamental, Milagros Ortiz Bosch, así como la importancia de la independencia de la justicia y las altas cortes.
En la homilía, monseñor Rodríguez Rodríguez hizo referencia a la importancia del Día de la Virgen de La Mercedes, y pidió a la protectora del pueblo dominicano interceder por todos los enfermos por Coronavirus.
“En este Gobierno hay señales muy positivas y esperanzadoras” dijo monseñor.
Luís Abinader, quien el año pasado había acudido junto a su esposa al santuario como pre candidato, lo hizo esta vez como jefe de Estado, por lo que pidió en la Capilla de la Luz «salud, paz y tranquilidad para todas las familias dominicanas».
El Gobernante también estuvo acompañado de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, el ministro de Industria, Comercio y Mypimes, Víctor Bisonó; el presidente del senado, Eduardo Estrella y el director de Información y Prensa de la Presidencia, Daniel García Archivald.
Del mismo modo acompañaron al mandatario, la gobernadora de La Vega, Luisa Altagracia Jiménez; el alcalde, Kelvin Cruz; el senador, Rogelio Genao, así como, diputados, funcionarios y sus asistentes personales.
Al finalizar la eucaristía el presidente se detuvo un momento para conversar con los legisladores de La Vega, donde el senador Rogelio Genao junto a otros legisladores entregó un documento con la solicitud de una serie de obras para la provincia entre la que se encuentran la terminación de la presa Guaiguí, la construcción de los puentes de Sabaneta y Bayacanes y la terminación del recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Así mismo, visitó la casa curial y la primera dama, la casa de las Hermanas Mercedaria.