
EL ASCENSO UNÁNIME DE JENNY BERENICE
Por Melvin Matthews.
La conocida abogada penalista Jenny Berenice Reynoso ha sido ascendida unánimemente al elevado cargo de Procuradora General de la República, en virtud de la primera decisión adoptada en ese sentido por el Consejo Nacional de la Magistratura, cumpliendo la pauta trazada dentro de la reciente Reforma Constitucional 2024.
Portadora de un asombroso palmarés judicial que empezó en Santiago a temprana edad, la oriunda de Puerto Plata ganó decisiva notoriedad a partir del 2020 cuando fue designada por el presidente Luis Abinader, Procuradora Adjunta directora general de Persecución del Ministerio Público, bajo las órdenes de la doctora Miriam Germán Brito.
Desde allí impulsó los casos de corrupción política más sonados de la era moderna dominicana, que involucraron familiares, escoltas miliares y ex funcionarios del presidente Danilo Medina, bautizados bajo denominaciones tan exóticas como Operación Antipulpo, Operación Medusa, Operación Falcón, Operación 13, Operación Coral y Coral 5G, Operación Larva, Operación FM, Operación Discovery, Operación Cattleya, Operación Iguana y Operación KAF. Todos esos expedientes esperan el fallo de los tribunales.
La elección unánime de la nueva procuradora general, la doctora Berenice Reynoso, constituye la muestra fehaciente del consenso logrado entre las fuerzas partidarias y los tres poderes públicos representados en el CNM, en cuanto a la imperiosa necesidad de continuar la persecución de la corrupción, la criminalidad, el narcotráfico y el lavado de activos, situaciones delictivas identificadas prioritarias en la agenda común de Estados Unidos y el gobierno dominicano.
Jenny Berenice Reynoso Gómez, 45 años, es una reconocida abogada y docente dominicana. Comenzó su carrera dentro del Ministerio Público en 1999 como paralegal y a los 17 años ingreso al ámbito judicial de la Cámara Penal de la Corte de Apelación y en la Fiscalía de Santiago. Es conocida por su ardua labor en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Precisamente, fueron esos reclamos proclamados en la Plaza de la Bandera –el cese de la corrupción y la impunidad-, que llevaron hasta el Palacio Nacional al presidente Abinader en el 2020 para que, a posteriori mediante decreto, designara al trío de juristas Miriam Germán, Jenny Berenice y Wilson Camacho en los puestos clave del ministerio público, impulsores del cisma político-jurídico que despertó la conciencia nacional.
Con la escogencia de la magistrada Berenice Reynoso hay ganadores y perdedores en los diferentes estratos de la sociedad, empezando por la clase política, la cual ha resultado removida hasta los cimientos con los casos de corrupción descubiertos e investigados por los fiscales adjuntos. Gana Abinader, el partido de gobierno y sus aliados; gana la prensa denunciadora de la corrupción y la impunidad; y pierden los políticos de la oposición afectados por el nuevo aire de transparencia que respira la nación.
Parafraseando al Obispo Jesús Castro Marte: “La designación es también un reconocimiento al papel de la mujer y al trabajo de casi 30 años en la mejora del sistema de justicia”.