Palabras de la Directora, 16 de junio del 2021
Buenos días y gracias por participar en la rueda de prensa de hoy.
La semana pasada, se notificaron más de 1,1 millones de nuevos casos de COVID-19 y 31.000 muertes conexas en la Región de las Américas. Y durante las últimas semanas, cuatro de los cinco países con mayor número de muertes en el mundo se encontraban aquí mismo, en nuestra Región.
En las dos últimas semanas, México ha notificado un ligero repunte en el número de casos, que se han concentrado principalmente en los estados de Baja California y Yucatán, mientras que el aumento del número de casos y hospitalizaciones se tornado más lento en Estados Unidos y Canadá.
En el Caribe, Cuba y República Dominicana siguen concentrando la mayoría de los nuevos casos, y las tasas de mortalidad notificadas por Trinidad y Tabago siguen siendo altas.
En Centroamérica, el número de nuevos casos ha aumentado durante las dos últimas semanas en partes de Belice y en la última semana también ha aumentado en Guatemala y Panamá. En Costa Rica y Honduras está empezando a disminuir el número de casos.
Más al sur, debido a los recientes repuntes de casos, se están llenando los hospitales de Bolivia, Chile y Uruguay, sobre todo de pacientes más jóvenes, que tienen entre 25 y 40 años. En la ciudad de São Paulo, en Brasil, 80% de las camas de UCI están ocupadas por pacientes con COVID-19. Y Colombia atraviesa el peor momento de la pandemia en el país, con una ocupación muy alta de camas de UCI en las grandes ciudades metropolitanas.
Dada esta situación, instamos a los países a que intensifiquen las medidas de salud pública en aquellos lugares con una transmisión elevada. Esta es la forma más eficaz de reducir el número de casos hasta que haya suficientes vacunas para todos.
El pasado fin de semana, los líderes del Grupo de los Siete se comprometieron a donar mil millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 a países de todo el mundo que las necesiten.
Este compromiso ofrece una confianza renovada en que lograremos superar los obstáculos de suministro que han impedido a muchos países y territorios de nuestra Región obtener las dosis que necesitan para proteger a su población.
Actualmente, menos de una persona de cada diez ha sido completamente vacunada contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe, una región con más de 600 millones de habitantes, donde el número de casos está aumentando, los hospitales están llenos y las variantes se están propagando con rapidez.
Todos los países necesitan vacunas, pero esperamos que el G7 priorice la entrega de dosis a los países de mayor riesgo, especialmente los países de América Latina que no han recibido aún suficientes vacunas para proteger a los más vulnerables.
Estas dosis se necesitan con la máxima urgencia, por lo que instamos a los países del G7 a que no demoren sus donaciones. Necesitamos las vacunas ahora.
Si bien las vacunas contra la COVID-19 han tardado en llegar a la Región de las Américas, la aceptación de las vacunas ha sido veloz.
El pasado fin de semana, más de 140.000 personas fueron vacunadas en la ciudad de Manaos, en Brasil. Y en toda América Latina y el Caribe, la gente espera con ansias la oportunidad de vacunarse.
Es fácil entender por qué: es porque las vacunas funcionan.
Se han administrado más de dos mil millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en todo el mundo.
En aquellos lugares donde la cobertura de vacunación ha sido alta, como algunos estados de Estados Unidos, el Reino Unido e Israel, el número de hospitalizaciones y muertes relacionadas con la COVID-19 ha descendido de forma drástica.
Cuando se producen brotes, como el que ahora atraviesa Chile, las vacunas contra la COVID-19 están protegiendo a las personas vacunadas, incluidos los trabajadores de salud, de enfermar gravemente.
Las vacunas contra la COVID-19 fueron diseñadas precisamente para esto: proteger a nuestras comunidades y ayudarnos a salvar vidas.
Con la perspectiva de recibir dosis adicionales, queremos recordar a los países la importancia de realizar campañas de comunicación para mantener la confianza en las vacunas.
Ofrecer información clara y transparente sobre la disponibilidad de dosis, así como orientación uniforme sobre quiénes reúnen los requisitos para recibir la vacuna, es fundamental para aumentar la confianza en nuestros programas de vacunación.
La desinformación puede proliferar precisamente cuando se interrumpe el flujo de información o cuando se tarda en dar detalles.
La OMS y la OPS han publicado directrices actualizadas para ayudar a los países a diseñar y ajustar sus campañas de vacunación contra la COVID-19 a medida que se disponga de dosis adicionales.
Cuando lleguen estas nuevas dosis, también queremos recordar a los países que la clave a la hora de proteger a los hospitales y salvar más vidas es priorizar la vacunación de las personas más vulnerables, como las personas mayores, los trabajadores de primera línea y las personas con afecciones subyacentes.
Los trabajadores de salud deben estar en el centro de estos esfuerzos, ya que no solo corren un mayor riesgo de contraer el virus, sino que también cuentan con la confianza de la gente y pueden promocionar las vacunas.
Cuando alguien necesita consejo médico, recurre de forma instintiva a los trabajadores de salud, ya se trate de médicos, enfermeras o trabajadores comunitarios. Por eso debemos asegurarnos de que los trabajadores de salud tengan la información que necesitan para responder a las preguntas de sus comunidades y de sus propias familias.
Por último, quiero recordar a los ciudadanos que las vacunas autorizadas por la OMS y suministradas por medio del Mecanismo COVAX han sido evaluadas minuciosamente por expertos. Por eso, cuando sea su turno de vacunarse, acepte la vacuna que esté disponible y no retrase su vacunación.
Vacunarse tan pronto como reúna los requisitos es la mejor manera que tiene de protegerse a sí mismo y a su comunidad. De igual manera, si la vacuna que reciba requiere dos dosis, acuda para recibir su segunda dosis cuando esté programada, así se asegurará de que cuenta con la mejor protección posible.
Quiero dejar claro que el principal problema en la Región de las Américas es el acceso a las vacunas, no la aceptación de las vacunas.
En América Latina y el Caribe tenemos un largo legado de inmunización y confiamos en el poder que tienen las vacunas para salvar vidas.
Los países están listos para distribuir las nuevas dosis tan rápido como lleguen y la OPS trabajará sin descanso para llevar las vacunas a todos los rincones de nuestra Región, hasta que la pandemia sea cosa del pasado.
Estamos contando con nuestros líderes y con el apoyo de la comunidad mundial para garantizar que la Región de las Américas reciba cuanto antes las dosis que necesita para salvar vidas.