Luz verde al Congreso Nacional despenalizará pronto las tres causas del aborto.
El presidente Luis Abinader, líder del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ha dado luz verde al Congreso de la República para la pronta despenalización de las conocidas tres causas de aborto: mal formación congénita del feto incompatible con la vida, embarazo incestuoso y la vida de la madre en peligro.
En entrevista concedida en navidad al periódico español El Pais, Abinader reiteró su desacuerdo con la libre interrupción del embarazo, pero al propio tiempo admitió la existencia de razones atendibles, que permiten la práctica legal del aborto en las causas mencionadas.
Al pronunciarse en esos términos, Abinader prosigue la política del aborto limitado que trató de implementar su predecesor Danilo Medina, quien en el año 2017 devolvió al Senado sin promulgar el proyecto de Código Penal aprobado por ambas cámaras legislativas, que contenía la despenalización completa del aborto. Desde entonces, el estado dominicano ha tenido que regirse por un código criminal obsoleto, cuya renovación y puesta en vigencia dependen del destino final de la legislación abortiva.
Durante más de dos décadas, el poder legislativo dominicano ha debatido infructuosamente la aprobación de un nuevo Código Penal. Actualmente, la disputa nacional apunta hacia excluir del código penal la prohibición del aborto e insertar las tres causales dentro de una nueva Ley Especial de Salud Pública, pero la insistencia del presidente Abinader en despenalizar el aborto con las tres causales, una promesa electoral al movimiento feminista, allana el camino a su aprobación definitiva, ya que cuenta con más de los votos necesarios para alcanzar la meta. El partido de Abinader domina ambas cámaras del congreso con 93 diputados y cuenta con el apoyo de los 68 representantes del opositor PLD, de Medina, y 3 votos adicionales del minoritario Partido al País; en el Senado tienen 18 y 3, respectivamente, de una asamblea de 32 legisladores.
Pero el obstáculo mayor para la despenalización de las tres causales subyace en la Constitución del 2010, la cual incluye una enmienda que declara ilegal al aborto, incluso cuando corre peligro la vida de la madre, y establece, además, el respeto al derecho a la vida “desde su concepción hasta la muerte”.
La interrupción voluntaria del embarazo se presenta como el caballo de Troya del movimiento feminista, convertido en uno de los principales reclamos del activismo proderechos humanos, con variadas legislaciones alrededor del mundo. La República Dominicana, nación caribeña donde el aborto es ilegal en todas circunstancias, incluso cuando está en riesgo la vida de la mujer o niña embarazada, es uno de seis paises de la región que proscribe totalmente la interrupción del embarazo. Los otros son, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Surinam y Haití.
De los 197 paises donde dicha práctica es legal, 58 permiten el aborto a solicitud de la persona afectada y 138 estados lo avalan en caso de que la vida de la mujer corra peligro de muerte.
Mientras tanto, Abinader, quien durante la entrevista citada confesó su aspiración a ser recordado como “reformador y honesto”, acaba de servir la mesa para que se produzca pronto la despenalización del aborto, una realidad humana que concita el enfrentamiento entre el creciente movimiento feminista local, que recibe apoyo extranjero, y la poderosa Iglesia Católica, respaldada por las denominaciones protestantes y grupos conservadores.
Y surgen preguntas sin respuestas a mano todavía, por ejemplo, ¿tendrá el Tribunal Constitucional la última palabra en tan delicado asunto?
Aprobada la despenalización, ¿Cómo se vislumbra, en el resto de su mandato, la relación del presidente Abinader y la influyente Iglesia Católica, junto a las denominaciones evangélicas que le apoyaron en la campaña electoral hasta alcanzar el poder?
Finalmente, ¿Quién saldrá políticamente triunfante de la despenalización del aborto?
Huelga decir que la victoria será para las mujeres en edad reproductiva, así como para el creciente y ruidoso movimiento feminista, que avizora la victoria más resonante en la República Dominicana.
