TITULACIÓN DE LA PROPIEDAD, ACTO DE JUSTICIA SOCIAL
Por Melvin Matthews.
El presidente Luis Abinader ha colocado en el centro de la estrategia socioeconómica de su administración, la entrega de títulos de propiedad a antiguos y nuevos adquirientes de predios estatales o nuevas viviendas construidas por el gobierno, describiéndola como un acto de justicia social que contribuye a mitigar el déficit habitacional que afecta al país.
Hasta el momento esta política ha rendido encomiables frutos, pues el mandatario dijo que durante la pasada gestión entregó un poco más de 110,000 títulos de propiedad y prometió que durante este segundo mandato triplicará la indicada cifra.
Se trata de un acto de justicia, mandato de nuestra legislación. Conforme al derecho positivo vigente, la propiedad figura entre los principales derechos reales, junto a la habitación, la servidumbre, la enfiteusis, los cuales se derivan del derecho de propiedad, el que concede al portador del título la facultad de usar, gozar y disponer de la cosa, en virtud del artículo 544 del Código Civil, que ordena: “la propiedad es el derecho de gozar y disponer de las cosas del modo más absoluto, con tal de que no se haga de ellas un uso prohibido por las leyes y reglamentos”.
La reforma constitucional del 2010 elevó el derecho de propiedad hasta el ámbito de los derechos económicos y sociales, debido a que este asegura la libertad individual y es tenido como condición sine qua non para el crecimiento y el desarrollo económico, además sirve para alcanzar la paz social
Dentro de ese contexto, el Estado reconoce y garantiza en el artículo 51 de la Constitución, el derecho de propiedad en el que identifica una función social que implica obligaciones. Más adelante asegura que el Estado promoverá, de acuerdo con la ley, el acceso a la propiedad, en especial a la propiedad inmobiliaria titulada.
Precisamente, es en esta última instancia donde Abinader, quien ha confesado que la entrega de títulos de propiedad es la actividad oficial que más aprecia, estima que con ello dinamiza la economía de las localidades, pues con sus títulos las personas entran a la economía formal, permitiéndoles ir a los bancos y dormir tranquilos.
Para revestir de doctrina la estrategia socioeconómica subyacente en la entrega de títulos de propiedad, Abinader invitó al Palacio Nacional al economista peruano de prestigio internacional Hernando de Soto, creador de la teoría de la titulación y propiedad privada como fuentes atractivas de grandes capitales.
De Soto elogió el crecimiento de la economía dominicana, de la cual dijo que está muy bien, sobre todo con la estabilidad social que muestra frente a otros países de la región latinoamericana.