
LA HORA FINAL DE LAS PANDILLAS HAITIANAS
Por Melvin Matthews.
Luego de la reciente aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la Fuerza de Eliminación de Pandillas en Haití, reemplazo de la inoperante Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) que lideró Kenya hasta el 3 de octubre, se puede apostar a que se acerca de forma inexorable la hora final del pandillerismo haitiano, responsable de la cruel implantación del terror y el cese del proceso económico e institucional en el vecino Estado.
Actualmente, no hay nación en el mundo capaz de vivir civilizadamente siendo gobernado su territorio y sistema político por bandas armadas que afectan la seguridad ciudadana, controlan el 90 por ciento de la extensión capitalina, caso Puerto Príncipe, y apelan a todos los medios brutales e ilegales para subyugar al Estado y la ciudadanía, como la violencia, secuestros, la intimidación la persecución y el asesinato.
Uno ejemplo patente de dicho aserto es El Salvador, nación centroamericana donde el éxito del presidente Nayib Armando Bukele Ortez se origina en la captura, encarcelamiento, enjuiciamiento y eventual eliminación de las pandillas que azotaron la nación, cubriéndola con un manto de corrupción, inseguridad e impunidad hasta su llegada al cargo en el 2019, en sustitución de Salvador Sánchez Ceren, devolviéndole por esa inédita vía la paz al pueblo salvadoreño.
El objetivo de la recién creada Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF, siglas en inglés) es claro: acabar con el pandillerismo vigente, que allane el camino hacia la seguridad, imprescindible para la celebración de elecciones democráticas tentativamente el 29 de marzo del 2026, de donde surja un presidente legitimado por el voto libre y popular de los haitianos.
El GSF representa un nuevo esfuerzo de la ONU por devolver a la nación haitiana a la senda de la gobernabilidad civil, la vigencia de los derechos humanos, las libertades públicas y el progreso económico. Un camino largo y tortuoso, que ha requerido el esfuerzo mancomunado de las naciones democráticas del globo, expresado en la votación unánime con tres abstenciones de los 15 miembros del Consejo de Seguridad: 12 países a favor y las abstenciones de Rusia, China y Pakistán, sin veto.
La nueva misión estará conformada por 5,500 soldados y policías, será dirigida por la propia ONU que operará desde una oficina técnica abierta en la capital haitiana, que brindará respaldo logístico, movilizará recursos y organizará las operaciones militares. Contará con 50 civiles, tiene una duración de 12 meses.
La hora final se acerca, porque el presidente Trump puso precio a la cabeza del jefe pandillero Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, quien asediado anunció que liberará el control de algunas zonas de la capital haitiana, promesa incumplida, que condujo a las fuerzas de Kenya a lanzar los primeros drones contra jefes de pandillas que causó estragos en la población civil. Y, segundo, por la creación de la GSF-
A pesar de lo cual el tiempo apremia para los pandilleros, pues su hora final se acerca.