La decisión del presidente Luis Abinader y de la cancillería de trasladar la embajada dominicana a Jerusalén, siguiendo los pasos de Estados Unidos y Guatemala, recibió el rechazo del Partido La Lista Unida, la tercera fuerza política en Israel y coalición opositora que representa a su población árabe.
«Trasladar embajadas a Jerusalén es un paso para legitimar la ocupación israelí», consideró el diputado Sami Abu Shahadeh, que presentó una carta a la máxima legación dominicana en Israel para expresar la contrariedad de su formación. La misiva, dirigida al canciller Alvarez, alega que un posible traslado de su sede diplomática la Ciudad Santa «simplemente servirá como estimulo para perpetuar la realidad actual de opresión y colonización» sobre los palestinos, que reclaman Jerusalén Este ocupado como capital de su futuro Estado.
El gobierno dominicano plantea seguir los pasos de Estados Unidos y Guatemala. Al propio tiempo, Honduras, Serbia y Kosovo anunciaron recientemente su intención de abrir sus representaciones diplomáticas en la ciudad.
La información de que el gobierno dominicano ha decidido mudar su sede diplomática a Jerusalén, trascendió desde Israel a principios de noviembre, cuando el canciller israelí, Gabi Ashkenazi, felicitó a su colega dominicano, Alvarez, por la decisión del gobierno dominicano de considerar trasladar su embajada desde Tel-Aviv a Jerusalén. «Le agradecí durante su llamada telefónica de ayer por esta importante decisión, por los muchos años de amistad entre los dos países», expresó Ashkenazi en su cuenta de Twitter.
De concretarse el traslado dominicano, esta sería una de las decisiones de mayor importancia de Abinader en asuntos exteriores. Abinader, de ascendencia libanesa, accedió al poder el 16 de agosto y ha asegurado que la diplomacia de su gobierno privilegia la colaboración estrecha con Washington.