Por Melvin Matthews.
A solicitud de la JCE, la OEA enviará a República Dominicana una misión de observación electoral para las elecciones municipales de febrero, la presidencial y congresual del 17 mayo del 2020 y, si es necesario, en el balotaje previsto para el 28 de junio. El acuerdo fue firmado en Washington, DC, por Luis Almagro, secretario general del organismo hemisférico, y Julio César Castaños Guzmán, presidente del órgano eleccionario.
Nada tan oportuno en este momento para la JCE como haber rubricado con la OEA un convenio de supervisión de tal magnitud, pues los bonos del organismo multilateral se han disparado hasta las nubes en la región latinoamericana, luego que su misión de observación de la reciente elección presidencial en Bolivia culminó con un informe técnico que develó el fraude informático montado por el régimen del renunciante presidente Evo Moral, ahora exiliado en México.
La propia JCE no acaba de reponerse del difícil trance vivido en las primarias abiertas celebradas el 6 octubre pasado, cuando Gonzalo Castillo obtuvo la candidatura presidencial del PLD imponiéndose al ex presidente Leonel Fernández, quien atribuye su derrota a un supuesto fraude tecnológico, que fue descartado por las autoridades electorales, los actores políticos y la opinión pública.
Entre las garantías de la JCE a la misión de la OEA, figuran: suministro de todas las informaciones referentes a la organización, dirección y supervisión de los procesos electorales, sobre los padrones de votantes y datos de los sistemas automatizados, información del sistema de cómputos el día de las elecciones y hará demostraciones de su operatividad.
La misión informará a la JCE acerca de irregularidades e interferencias que se observen o le fueran comunicadas. Eduardo Frei, ex presidente de Chile, de orientación democristiana, será el jefe del grupo observador. Enhorabuena para la JCE.
