Niños refugiados y migrantes: Un programa para la acción
UNICEF hace un llamado a proteger a todos los niños desarraigados por la guerra, la violencia y la pobreza
UNICEF solicita seis medidas esenciales para proteger, incluir y empoderar a todos los niños y niñas que huyen de la guerra, la violencia, la pobreza, los desastres naturales y los fenómenos climáticos, así como a aquellos que se desplazan en busca de un futuro mejor.
En todo el mundo, muchos niños y niñas se enfrentan a peligros, así como a la detención, privaciones y discriminación. El mundo debe seguir apoyándolos.
Los niños migrantes son, ante todo, niños. Tienen los mismos derechos que cualquier otro niño o niña y albergan esperanzas, sueños y un potencial genuino para contribuir a las comunidades.
Presionar para que se tomen medidas sobre las causas que desarraigan a los niños de sus hogares
Los conflictos prolongados, la violencia persistente y la pobreza y desventaja extremas expulsan a millones de niños de sus hogares. UNICEF pide que se intensifiquen los esfuerzos para proteger a los niños de los conflictos y se aborden las causas profundas de la violencia y la pobreza, en particular mediante el aumento del acceso a la enseñanza, el fortalecimiento de los sistemas de salud y de protección de la infancia y las redes de seguridad social, ampliando las oportunidades para obtener ingresos familiares y empleo juvenil, y facilitar la resolución pacífica de los conflictos y la tolerancia.
Ayudar a los niños desarraigados a permanecer en la escuela y mantenerse sanos
Muchos niños refugiados y migrantes no reciben educación, y muchos carecen de acceso a servicios de salud y a otros servicios esenciales. UNICEF pide mayores esfuerzos colectivos por parte de los gobiernos, las comunidades y el sector privado para proporcionar a los niños desarraigados el acceso que necesitan a los servicios de educación y salud, vivienda, nutrición y agua y saneamiento. El estado migratorio de un niño nunca debe ser un obstáculo para que acceda a los servicios básicos.
Mantener a las familias unidas y dar a los niños un estatus legal
Los niños que viajan solos o que han sido separados de sus familias tienen más posibilidades de convertirse en víctimas y son más vulnerables a la violencia y el abuso que niños acompañados. UNICEF pide que se adopten políticas más estrictas para impedir que los niños sean separados de sus padres y otros miembros de la familia en tránsito; incluyendo los niños en tránsito y los que han llegado a los países de destino. En sus países de origen, todos los niños deben ser registrados al nacer para disponer de una identidad legal.
Poner fin a la detención de los niños refugiados y migrantes estableciendo alternativas prácticas
La detención es perjudicial para la salud y el bienestar de los niños y puede socavar su desarrollo. UNICEF pide alternativas prácticas a la detención para todos los niños. Los niños no acompañados y separados deben recibir atención en hogares de acogida, vivir de forma independiente supervisada o en otros modos de vida familiar o comunitaria. Los niños no deben ser detenidos en instalaciones para adultos.
Proteger a los niños desarraigados contra la explotación y la violencia
Los niños refugiados y migrantes son extremadamente vulnerables a la violencia y al abuso, y corren el peligro de ser víctimas de los contrabandistas e incluso de ser esclavizados por los traficantes. UNICEF pide que se incrementen los canales legales y seguros para que los niños migren y busquen refugio, y que se proteja a los niños desarraigados mediante la lucha contra la trata, el fortalecimiento de los sistemas de protección de la infancia y la ampliación del acceso a la información y la asistencia. Nunca debe devolverse a niños y familias a sus países de origen si van a enfrentarse a la persecución o a un peligro de muerte.
Combatir la xenofobia y la discriminación
Los niños desarraigados son a menudo víctimas de la discriminación, la xenofobia y el estigma, tanto durante las travesías como en sus destinos finales. Todo el mundo tiene un papel que desempeñar en la acogida de los niños desarraigados en nuestras ciudades y comunidades. UNICEF insta a los líderes locales, los grupos religiosos, las organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación y el sector privado a que ayuden a combatir la xenofobia y generen un mejor entendimiento entre los niños desarraigados y sus familias, y las comunidades de acogida. Los gobiernos también deben establecer medidas más firmes para combatir la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.